Él no estaba tan cerca ni nada, pero lo quería más lejos. Quería apartarlo. Bloquear los

recuerdos. Su piel. Su respiración agitada sobre mi oreja, mi garganta. La pregunta que

me hizo aquella noche en el cine, sobre quién solía ser y si extrañaba a esa chica que

alguna vez fui.

—No, estoy bien— dije y mi voz tembló. Se quebró. Por fuera soy alta pero en el

interior soy muy pequeña. Muy débil.

Quería olvidar hoy, los últimos meses, lo que soy ahora. No quería esto, todos nosotros parados alrededor actuando escenas de una obra de la que ninguno sabía las líneas.

—La gente olvida cosas como esa— dijo Patrick, en sus ojos pude ver que él sabía

exactamente lo que había estado pensando, lo que había recordado hace unos segundos.

—Cosas que… suceden y cambia tu vida entera, gente diciéndote cuánto lo sienten y

todo eso, pero entonces, después de un tiempo, es como si sólo fueras tú el único que lo

recuerda. Eso te sucederá a ti también. La gente olvidará lo que le sucedió a Gabriela. La

olvidarán.