Él no estaba tan cerca ni nada, pero lo quería más lejos. Quería apartarlo. Bloquear los
recuerdos. Su piel. Su respiración agitada sobre mi oreja, mi garganta. La pregunta que
me hizo aquella noche en el cine, sobre quién solía ser y si extrañaba a esa chica que
alguna vez fui.
—No, estoy bien— dije y mi voz tembló. Se quebró. Por fuera soy alta pero en el
interior soy muy pequeña. Muy débil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario